Los Peligros de Hirana: una red de IRC

Domesticar significa crear lazos

Hola lectores!

Hoy voy a escribir de los peligros del IRC. No, no me refiero a la seguridad ni al anonimato ni a la privacidad.  Dentro de lo que es un antiguo protocolo de comunicación es bastante seguro o lo suficientemente seguro. Me refiero a otros peligros. Más precisamente, los peligros de Hira primero y de Hirana (la sucesora) después.

A diferencia del wasape o del telegram, donde se suceden charlas muchas veces insustanciales, rápidas, ágiles o breves, contactos donde se piden soluciones al instante; el IRC permite otros vínculos.

Una experiencia mágica: el  Zorro y el Principito

Hirana permite construir lazos: esa es su magia y no otra.

¿Y qué puede suceder? Puede suceder lo que le ocurrió al Principito y al Zorro. Nadie mejor que Antoine de Saint-Exúpery para contarlo:

– Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – Estoy tan triste…

– No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.

– Ah! perdón – dijo el principito.

Pero, después de reflexionar, agregó:

– Qué significa «domesticar» ?

(…)

– Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa «crear lazos…»

– ¿Crear lazos?

– Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo…

El zorro se calló y miró largamente al principito:

– Por favor… domestícame ! – dijo.

– Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

– Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame!

(…)

Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:

– Ah! – dijo el zorro… – Voy a llorar.

¡Aviso a los navegantes!

Esto es el peligro de Hirana, nos “domesticamos”, sin darnos cuenta y cuando alguien se ausenta, lloramos. A lo largo de los años he tenido muchas pérdidas, así que sé bien lo que sintió el Zorro. No he aprendido, siempre me digo lo mismo: no lloraré. Quizá alguna vez, pueda cumplir conmigo misma, y volver mi corazón de piedra. Entonces las ausencias, no me pondrán como al Zorro.

Cada uno de nosotros es diferente, pero tan único, tan especial, que la magia de los lazos se entreteje entre las líneas o los silencios diarios.

¿Quién iba decirlo, verdad? Que a través de un IRC, se pueda coger afecto, se pueda sentir lo invisible; en definitiva, se pueda “domesticarse”. Quizá ese es el misterio. A saberse.

Por eso elegí como imagen destacada uno de los emotes de nuestro Cliente mágico: el abrazo, (el que imagino que el Principito y el Zorro se dieron al despedirse).  Posiblemente ese “abrazo” no  llegará a los ausentes, a los perdidos, a los un día estuvieron y otro cerraron la puerta.  Pero están, están en los recuerdos, porque si pensáis bien, estamos hechos de recuerdos. El presente es efímero, el futuro es incierto, solo tenemos pasado que vive, reina y se alimenta de recuerdos.

Cierro el post, parafraseando a Saint-Exúpery: No me dejéis tan triste: si los veis,  escribidme pronto que han regresado…

A vosotros, los que me habéis «domesticado»…

A vosotros, los ausentes…

A vosotros, los que un día estuvisteis y hoy solo estáis en los recuerdos…

Gabriela